
El martes 3 de septiembre en Palacio de Gobierno, Durich Whittembury Talledo asumió el cargo de ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, en reemplazo de Hania Pérez de Cuéllar, quien, tras más de año y medio al frente de la cartera, se despidió con un video que parecía denotar alivio. Ingeniero químico con una trayectoria en el sector público, Whittembury no es un nombre ajeno a la controversia. Varios de los proyectos en los que ha estado involucrado, como director de programas del Ministerio de Vivienda, cargan con graves denuncias de corrupción, coimas y obras inconclusas que han dejado un millonario perjuicio al Estado peruano.
Según un reportaje de Cuarto Poder, entre sus antecedentes más sonados se encuentran tres grandes proyectos de agua y alcantarillado en distintas regiones del país. En Cajamarca y Loreto, las obras, además de acumular años de retraso, presentan un cuadro desolador de abandono. Los contratos, firmados bajo su dirección, involucraron a un empresario sentenciado por corrupción, y no son pocos quienes señalan su relación con personajes investigados por el caso Lava Jato, que destapó la red de corrupción de la empresa Odebrecht.
La Comisión Investigadora del Congreso emitió un informe que detalla las responsabilidades de varios funcionarios del Gobierno Regional de Cajamarca en un millonario perjuicio al Estado. Entre los señalados figura Whittembury, quien ocupaba el cargo de director ejecutivo de Proregión, un programa que tenía como objetivo impulsar proyectos de infraestructura en la región.
Los documentos del Congreso indican que, durante su gestión, se aprobaron expedientes incompletos que no cumplían con los estándares técnicos mínimos. Esto resultó en sobrecostos y en obras que aún hoy, más de una década después, no han sido concluidas. Un caso es el proyecto de saneamiento en Cutervo, donde la planta de tratamiento que debería haber estado operativa hace 13 años sigue inactiva. Otras obras en la misma zona muestran un panorama similar: infraestructuras abandonadas y poblaciones que continúan esperando por servicios básicos.
