
La Universidad de Harvard presentó una demanda, ante un tribunal federal en Massachusetts, contra el Gobierno de Donald Trump, por la prohibición de matrículas a estudiantes extranjeros bajo el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP).
En ella, el centro educativo argumenta que esta revocación es una «violación flagrante de la Primera Enmienda» y una «represalia contra Harvard» por rechazar «sus exigencias de controlar la institución, su plan de estudios y la ideología de profesores y estudiantes».
En un comunicado firmado por Alan M. Garber., presidente de Harvard, la casa de estudios calificó de esta acción como «ilegal e injustificada» y advirtió que «pone en peligro el futuro de miles de estudiantes y académicos en Harvard y sirve de advertencia a innumerables personas en universidades de todo el país que han venido a Estados Unidos para continuar su educación y alcanzar sus sueños».
La demanda es presentada contra la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem; el director en funciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), Todd Lyons; la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, y el secretario de Estado y asesor de Seguridad Nacional en funciones, Marco Rubio.
En esa línea, se anunció que planean presentar una orden de restricción temporal para evitar que el Departamento de Seguridad Nacional revoque su certificación para inscribir a estudiantes internacionales.
«Acabamos de presentar una demanda, y posteriormente se solicitará una orden de restricción temporal. Mientras buscamos recursos legales, haremos todo lo posible para apoyar a nuestros estudiantes y académicos. La Oficina Internacional de Harvard proporcionará actualizaciones periódicas a medida que se disponga de nueva información», se lee en el comunicado.
Por otro lado, Garber mencionó que los estudiantes y académicos internacionales afectados por la acción del Gobierno recibirán el apoyo necesario para que «Harvard permanezca abierta al mundo».
Detalles de la demanda
De acuerdo con el portal The Harvard Crimson, la universidad presentó dicha demanda en un pliego de 72 páginas, en la que acusó a la DHS de llevar a cabo un acto «sin precedentes y en represalia», que amenaza con trastocar el futuro de los estudiantes a pocos días de su graduación.
En su denuncia, la institución afirma que la certificación de Harvard para acoger a estudiantes extranjeros es «esencial» para que estos permanezcan legalmente en el país mientras completan sus cursos, y la revocación de este permiso ha «desbaratado innumerables programas académicos, laboratorios de investigación y clínicas y cursos».
Harvard ya demandó el pasado abril a la administración republicana con el fin de recuperar su financiación federal, congelada (2.600 millones de dólares) por incurrir en supuestas conductas antisemitas.
Sostuvieron que ya cumplieron con los requisitos, exigidos en dicho mes, como la información sobre los alumnos con visados de estudiante al Gobierno, tal y como este solicitaba.
