
El Ejército Popular de Liberación (EPL) de China acusó a Estados Unidos de intensificar una carrera armamentista en el espacio mediante un nuevo proyecto de portaaviones orbital, un vehículo diseñado para desplegar satélites e incluso armas en cuestión de horas. De acuerdo con un artículo publicado en el PLA Daily, este sistema, desarrollado por la empresa Gravitics bajo un contrato de 60 millones de dólares, constituye una amenaza directa para la seguridad espacial global y contraviene el Tratado del Espacio Exterior de 1967, el cual prohíbe la militarización del espacio y busca prevenir una guerra espacial.
La Fuerza Espacial de EE. UU. defiende el proyecto como parte de su estrategia de «control espacial», que busca garantizar superioridad orbital frente a rivales como China y Rusia. Sin embargo, Pekín insiste en que la ambigüedad tecnológica del portaaviones orbital —con capacidad para transportar hasta 10.000 kg de carga útil— podría convertirlo en una plataforma de armas ofensivas y desestabilizaría el frágil equilibrio internacional.
El EPL acusa a EE. UU. de violar el Tratado del Espacio Exterior y escalar la tensión global
Wang Tiantian, experto de la Universidad de Ingeniería Espacial del EPL, denunció que el proyecto estadounidense «aumenta la capacidad bélica de Washington» mientras socava los esfuerzos por mantener el espacio como un dominio pacífico. El contrato otorgado a Gravitics incluye especificaciones que permitirían el despliegue de más de 150 vehículos de destrucción cinética, adaptados desde sistemas antimisiles, lo que facilitaría operaciones ofensivas rápidas.
China ha reiterado que EE. UU. es el «mayor promotor de la militarización espacial», citando también el avión no tripulado X-37B, cuyas misiones clasificadas incluyen despliegues de satélites y maniobras sospechosas. «Esta ambigüedad obliga a otros países a tomar contramedidas», señaló el PLA Daily, en referencia a posibles respuestas del EPL para equilibrar la escalada tecnológica.
Satélites y X-37B bajo la lupa: las pruebas que China señala como «guerra orbital encubierta»
En marzo de 2024, el general Michael Guetlein, vicejefe de operaciones espaciales de EE. UU., admitió que cinco satélites chinos realizaron ejercicios de «combate aéreo en órbita», moviéndose de manera sincronizada. Pekín defendió que eran pruebas científicas, pero Washington las interpretó como un ensayo para operaciones ofensivas contra blancos orbitales.
El X-37B, por su parte, ha completado siete misiones secretas desde 2010, incluida una de 434 días finalizada en marzo pasado. Investigadores afiliados al EPL aseguran que este vehículo podría albergar «armas de precisión de largo alcance», aunque EE. UU. lo describe como una plataforma de experimentación. La falta de transparencia alimenta las sospechas de que el portaaviones orbital seguirá el mismo patrón.
