
Rusia y Ucrania efectuaron el martes el segundo intercambio masivo de prisioneros de guerra en días consecutivos, pocas horas después de que Moscú lanzara una nueva oleada de ataques con drones y misiles que impactaron un hospital de maternidad y dejaron al menos tres muertos, informaron autoridades ucranianas.
El canje, que según las partes involucra a más de 1.000 prisioneros de guerra junto con la entrega de cuerpos de soldados caídos, representa el único acuerdo concreto surgido de las conversaciones de paz entre ambos países, mientras el conflicto se intensifica en su tercer año.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó el intercambio del martes, que incluye prisioneros heridos, enfermos graves y menores de 25 años, siguiendo al realizado el lunes entre ambas partes. Sin embargo, las autoridades rusas no especificaron el número exacto de prisioneros canjeados ni precisaron a cuál de las categorías pertenecían los militares liberados este martes.
“En estos momentos los militares rusos se encuentran en territorio de Bielorrusia, donde se les ofrece la ayuda psicológica y médica necesaria», informó el comando militar ruso, añadiendo que “todos los militares rusos serán trasladados a Rusia para recibir atención médica y rehabilitación en centros médicos del Ministerio de Defensa».
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky confirmó que los intercambios continuarán, publicando fotografías de soldados ucranianos sonrientes con cabezas rapadas, envueltos en banderas nacionales. “Estamos haciendo todo lo posible para encontrar y devolver a cada persona que está en cautiverio”, escribió en redes sociales.
Las dos partes habían acordado liberar a todos los soldados capturados menores de 25 años, así como a los heridos y enfermos. El lunes, el Ministerio de Defensa ruso había especificado que intercambió “el primer grupo de militares rusos menores de 25 años”, mientras que Kiev informó que el martes se intercambiaron soldados “heridos y gravemente heridos”.
Controversia por la devolución de cuerpos
El intercambio ocurre en medio de una polémica en torno a la devolución por parte de Rusia de 6.000 cuerpos de soldados ucranianos caídos en combate, que Ucrania no ha recibido hasta el momento.
El sábado, el negociador jefe ruso acusó a Ucrania de “posponer indefinidamente” la entrega de cadáveres, ante lo que Kiev llamó a “no crear obstáculos artificiales y declaraciones falsas” para entorpecer el proceso de intercambios.
